Tossa de Mar desde Girona ciudad
Tossa es un verdadero museo al aire libre. Sus vestigios prehistóricos dan paso a una Turissa romana, a una Tursa medieval y a una Tossa moderna convertida primero en refugio de artistas e intelectuales y más tarde en generosa anfitriona de turistas y visitantes.
Imprescindible para nuestra visita:
Caminaremos por una Muralla con más de ocho siglos de historia
Declarado monumento histórico artístico nacional en el año 1931, el recinto amurallado de la Vila Vella es el emblema del municipio. Actualmente es el único ejemplo de población medieval fortificada que todavía existe en el litoral catalán. Construido a inicios del s. XIII para proteger a la población de los ataques de los piratas, conserva la casi totalidad su área perimetral original, con muros almenados.
Descubriremos los antiguos caminos para el contrabando, los Caminos de Ronda
Los Caminos de Ronda, son senderos a la orilla del mar que recorren el litoral de la Costa Brava desde Portbou hasta Blanes. Su nombre proviene de la expresión “hacer la ronda”, dado que estos abruptos caminos eran usados para la vigilancia costera. La proximidad con Francia convirtió este litoral en un lugar perfecto para el estraperlo, lo cual motivó que estos caminos fueran utilizados por los carabineros para controlar el contrabando, que era sobre todo de tabaco.
Si les interesa la Gastronomía, prueben el “cim i tomba”, el plato más marinero de Tossa
Las raíces marineras de Tossa nos han dejado la herencia de la cocina de barca, que se preparaba a bordo de las barcas de arrastre y de cerco cuando los pescadores tenían que pasar muchas horas en el mar. Uno de los platos de barca más vinculado a los pescadores de Tossa es el cim i tomba, que después de ser preparado por generaciones de hombres de mar, hoy podemos encontrar en las mesas de los restaurantes de la población como especialidad local.
Daremos una vuelta por el antiguo barrio de pescadores, Sa Roqueta.
El tradicional barrio de pescadores de Sa Roqueta, de casas humildes y rincones floridos, es fruto de la expansión de la población extramuros en el s. XVI. Construido junto a la playa de Es Codolar, el puerto natural donde muchos de los pescadores tenían sus barcas, y al lado de una muralla que antiguamente sirvió de pared de fondo de algunas de sus casas, todavía conserva edificaciones singulares.
Hoy zona comercial, plagada de tiendecitas entre sus callejuelas estrechas y sus casas encaladas típicas del Mediterraneo.